*** ARCHIVO DE VIDEOS Y PODCAST DE CANCIONES CANTADAS EN ESPAÑOL ***
domingo, 23 de octubre de 2011
ANTOÑETE - EL FARY
Antoñete ha muerto. Esta noche, al llegar a casa después de cenar con unos amigos, me he enterado de la noticia. Con su muerte desaparece uno de los pocos maestro del toreo clásico que nos quedaba y que dictó sus últimas y magistrales lecciones de tauromaquia, con una edad que ya parecía imposible para torear, hace no muchos años. Fue un ejemplo y una referencia del toreo clásico en una época en que se estaba perdiendo esa noción del arte de torear. En seguida me ha venido a la memoria el pasodoble que le dedicó un amigo y admirador suyo, El Fary, vecino del mismo barrio madrileño de “Las Ventas” que, desgraciadamente, también nos dejó hace unos pocos años. José Luis Cantero Rada, que era su nombre, había nacido en los aledaños de la Plaza de Toros en el año 1937, cinco años después que Antoñete, y adelantó en cuatro su partida, pues murió en 2007. Pero dejó grabado este pasodoble en el año 1987, cuando el torero madrileño estaba consiguiendo los triunfos más importantes de su vida y su forma de torear estaba creando escuela entre algunos toreros jóvenes y afición entre los aficionados. Antonio Chenel Albadalejo, que era el nombre de Antoñete, también nació y se crió en el barrio de “Las Ventas”, más concretamente en la propia la plaza de toros porque su cuñado era el mayoral de la misma. Tuvo una carrera llena de altibajos. Triunfó de novillero y en los primeros años de alternativa, a comienzos de los años cincuenta. Volvió a renacer, cuando estaba casi desahuciado para el toreo, a mitad de la década de los sesenta. Y cuando ya nadie lo esperaba, a comienzos de los años ochenta, decidió volver y consiguió los triunfos más sonados de su carrera. Hoy, 22 de octubre de 2011, murió. Descanse en paz. Desde este CANCIONERO TORERO queremos despedirlo con música, con este pasodoble que compuso Alejandro Cintas con letra de su gran amigo “El Fary” -al cual también admiraba Antoñete- y algunas imágenes de su época dorada de los ochenta. Sirva también, aunque con retraso, para rendir un homenaje a El Fary que, en una época en que la canción española no atravesaba su mejor momento, supo mantener el tipo con orgullo y torería. Ahora, como dice el estribillo de la copla, “los toreros que se fueron y que viven en el cielo” ya los tienen, a los dos, cantante y torero, junto ellos. ¡¡¡Que siga la Fiesta!!!
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