domingo, 18 de diciembre de 2011

CHUFLILLAS DEL NIÑO DE LA PALMA · MIKAELA

Mikaela grabó en el año 1970 un disco de larga duración con doce poesías de Rafael Alberti musicadas por el compositor turolense Antón García Abril. Se publicó con el título de "Mikaela canta poesías de Rafael Alberti" y está basado en el libreto para voz solista y orquesta sinfónica "Doce canciones sobre texto de Rafael Alberti" compuesto en 1969. La obra fue estrenada en público el 11 de marzo de 1970 en el "Café del Pintor Goya" de Madrid. Entre estos doce temas había varios de temática taurina que, poco a poco, irán apareciendo en este CANCIONERO TORERO. Hoy le toca el turno a uno de ellos, las "Chuflillas del Niño de la Palma", tema del que, en su día, ya escribí una entrada en el "Blog don Pepe y don José" y a la cual remito. Antón García Abril es un compositor aragonés, de Teruel, donde nació en 1933, que ya en 1959 había compuesto dos obras sobre textos del poeta gaditano porque, como dice en la contraportada de este disco: “La poesía de Rafael Alberti está impregnada de una musicalidad sutil. Esta circunstancia me ha servido de ayuda a la hora de musicalizar sus poemas. Mi propósito ha sido escribir una música que sea la interpretación fiel del texto. He procurado reflejar musicalmente toda la fantasía, gracia, profundidad de la poesía albertiana. He preferido hacer una música optimista, dinámica y vital como su misma poesía, una música que sin tomar el dato folklórico, tenga sin embargo toda la sustancia de lo popular; música que convierta de una manera espontánea el texto en canción, y la canción en texto. He aprovechado todos los elementos rítmicos, melódicos y armónicos que cada uno de los poemas me ha sugerido, y todo lo he puesto en función de la interpretación musical de cada poema, de cada imagen poética, de cada palabra. He compuesto las canciones con la “melodía” misma de la poesía. Personalmente, desconfío de las canciones donde existe un divorcio espiritual entre texto y música. Esta ha sido tal vez la mayor dificultad de mi trabajo: por un lado, lograr una cohesión total en el orden técnico y una hermandad espiritual en el orden estético”. Además de sus obras sinfónicas, orquestales, de música de cámara o vocales, cuenta en su haber con un amplio repertorio de partituras para películas y series de televisión. Rafael Alberti, natural del Puerto de Santamaría, Cádiz,  donde nació en 1902, es autor de una extensa obra literaria, sobre todo poesía, y muchas de sus obras, como en el caso que nos ocupa, han sido musicadas por los más variados intérpretes, quizás sea, como dice Antón García Abril, por la musicalidad de sus poemas. Pero desde este espacio, dedicado a recopilar canciones de toros y toreros, nos interesa resaltar su afición a los toros, tanta que, además de las poesías dedicas al tema taurino, incluso una vez -vestido con un traje naranja y azabache que le prestó Ignacio Sánchez Mejías, el promotor de esta aventura- hizo el paseíllo en la Plaza de Pontevedra, el 3 de junio de 1027. Rafael Alberti lo recuerda en su libro "La Arboleda Perdida" con estas palabras: “Con cierto encogimiento de ombligo, desfilé por el ruedo entre sones de pasodobles y ecos de clarines. Después... ¡Oh! Cuando el primer cornúpeto, tremendo y deslumbrado, se arrancó pasando entre las tablas y mi pecho, comprendí la astronómica distancia que mediaba entre un hombre sentado ante un soneto y otro de pie y a cuerpo limpio bajo el sol, delante de ese mar, ciego rayo sin límite, que es un toro recién salido del chiquero. Menos mal que aquel público gallego no era de esos que piden “hule”, como el andaluz o el madrileño, y pude pasar desapercibido, dentro del callejón, durante toda la lidia. A la salida de la plaza, me corté la coleta: quiero decir que di por terminada mi carrera taurina. Tan sólo había durado tres horas”. Mikaela dice de este disco que, junto al que grabó con las Canciones Populares recogidas por García Lorca, son los dos más importes de su carrera. Pero vayamos a la letra y a los vídeos que enlazamos de esta canción, porque los vídeos van a ser dos, uno que recoge una actuación en directo de Mikaela en Televisión Española, a raíz de la cual la cantante escribió a Rafael Alberti diciéndole: “En Barcelona he hecho un programa en televisión solo para mí de media hora de duración, donde la gracia ha sido que no me han dejado nombrar a Picasso pero a ti sí. He grabado más de 50 programas de radio, una rueda de prensa, y después de Málaga, vuelvo a Barcelona a dar dos recitales. En fin, estoy contenta y creo que todo va bien, aunque puedes imaginarte la lucha tan grande que he tenido con esta gente”. El otro es un montaje con fotografías de la cantante y del torero, "El Niño de la Palma". El primero cargado por el portal "albelcob", y el segundo por "mballesterosg".

CHUFLILLAS DEL NIÑO DE LA PALMA
Rafael Alberti - Antón García Abril

¡Qué revuelo!

¡Aire, que al toro torillo
lo pica el pájaro pillo
que no pone el pie en el suelo!

¡Qué alegría!
¡Qué revuelo!

Ángeles con cascabeles
arman la marimorena,
plumas nevando en la arena
rubí de los redondeles.
La Virgen de los Caireles
baja una palma del cielo.

¡Qué revuelo!
¡Qué alegría!
¡Qué salero!

Vengas o no en busca mía,
torillo mala persona,
dos cirios y una corona
tendrás en la enfermería.

¡Qué alegría!
¡Cógeme, torillo fiero!
¡Qué salero!

De la gloria, a tus pitones,
bajé, gorrión de oro,
a jugar contigo al toro,
no a pedirte explicaciones.
¡A ver si te las compones
y vuelves vivo al chiquero!

¡Qué alegría!
¡Cógeme, torillo fiero!
¡Qué salero!

Alas en las zapatillas,
céfiros en las hombreras,
canario de las barreras
vuelas con las banderillas.
Campanillas, campanillas
que nacen en las chorreras.

¡Qué alegría!
¡Cógeme, torillo fiero!
¡Qué salero!

Te digo y te lo repito,
para no comprometerte,
que tenga cuernos la muerte
a mí se me importa un pito.
Da, toro torillo, un grito
y ¡a la gloria en angarillas!

¡Qué salero!
¡Que te arrastran las mulillas!
¡Qué revuelo!
¡Cógeme, torillo fiero!



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