domingo, 15 de enero de 2012

¡AY, CARTUJANO! · PAQUITA RICO

Este precioso pasodoble fue compuesto por la incomparable cuadrilla de la copla -Quintero, León y Quiroga- para ser incluido en la película "¡Ole, torero!" que Benito Perojo dirigió en 1948. Estaba interpretado por la actriz sevillana Paquita Rico, que era la protagonista femenina del film. Esta era su segunda película pues, ese mismo año, había debutado con "Brindis a Manolete", de Florian Rey, un homenaje al diestro cordobés que había fallecido un año antes a consecuencia de su cogida en Linares. Se da el caso de que en estas, sus dos primeras películas, hace un papel similar, en la primera, el de hija de una ganadera del que se enamora un novillero al que protege "Manolete", mientras que en la segunda es hija de un ganadero de la que se prenda un diestro de ficción apodado "Cartujano". A partir de ese momento, y durante dos décadas, fue una de las actrices más populares del cine español, sobre todo a raíz de interpretar el papel de la reina María de las Mercedes en la película "¿Dónde vas, Alfonso XII?". Pero no nos apartemos del objeto de esta entrada, el pasodoble "¡Ay, Cartujano!", pues un año después, en 1949, Paquita Rico lo grabó en disco con la dirección del Maestro Nicasio Tejada y el acompañamiento de su Orquesta. Enlazamos dos vídeos del mismo, el primero con la versión íntegra del tema, la que se registró en disco, alojado en el canal "juan11199", y el fragmento que aparece en la película para la cual fue compuesto en el segundo, que se encuentra en el canal "retabloandaluz".   

¡AY, CARTUJANO!
Quintero - León - Quiroga

El más valiente de los toreros
me tiene a mí enamorá,
y vivo sólo por él
aunque me cueste el llorar.

Cuando me dijo: Yo a ti te quiero,
yo no me supe negar,
y le entregué mi querer
y el corazón, además.

Por banderillas, me saca de mis casillas,
y por faroles, me pongo de ole con ole.
Y cuando toca matar yo ya no sé lo que hacer,
y rezo y lloro porque el burel me lo pué cojé.

¡Ay, Cartujano del alma mía!
Pa mí no hay otro torero na más que tú.
¡Ay, Cartujano tu valentía
es la solera y salero del andaluz.

Vaya un derroche de poderío junto al miura,
cuando lo pasas como embebío por la cintura.
¡Ay, Cartujano, hazlo por mí!
Deja el toreo, que me da miedo,
pues viéndote torear no sé vivir.

Un pasodoble por los tendíos
corre que vuela y que va,
y yo me pongo a morir
Virgen de la Soleá.

Luego un silencio de escalofrío
y un ¡ay valiente chaval!
¡no lo torees así,
porque te puede matar!

¡Qué maravilla, le roza la taleguilla!
y entre ovaciones se mete por los pitones.
Y hay en la plaza un clamor
que luego enciende un ¡olé!
al ver sin vía roar al burel por el volapié.

¡Ay, Cartujano del alma mía!
Pa mí no hay otro torero na más que tú.
¡Ay, Cartujano tu valentía
es la solera y salero del andaluz.

Vaya un derroche de poderío junto al miura,
cuando lo pasas como embebío por la cintura.
¡Ay, Cartujano, hazlo por mí!
Deja el toreo, que me da miedo,
pues viéndote torear no sé vivir.



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