lunes, 13 de febrero de 2012

NOVILLERO · PEDRO VARGAS

Cuentan que Agustín Lara quiso ser torero porque él, que compartió su vida con algunas de las mujeres mas bellas de su época, adornado por una cicatriz que le cruzaba la cara desde que contaba con 30 años, producto de un altercado en un cabaret con una corista, decía de sí mismo que tenía "un perfil de cara dura" y que "para ser torero no hace falta ser guapo, como no lo fueron Gaona, Manolete ni Silverio Pérez". No lo fue, pero dejó escritas bellas páginas musicales dedicadas a toreros y al mundo que le rodea, como este pasodoble que hoy nos ocupa, "Novillero", su primer tema taurino, que fue compuesto en los primeros años de la década de los treinta. En un principio estaba dedicado a un novillero que entonces empezaba a destacar en el panorama taurino mexicano, Fermín Rivera, pero este declinó la deferencia pensando que la letra tenía algo de presagio funesto. Fermín se quedó sin pasodoble y Agustín, que no tenía demasiados escrúpulos al dedicar sus canciones, incluso algunas llegó a dedicarlas varias veces, pensó en dedicárselo a otro novillero puntero del momento, Lorenzo Garza. De este pasodoble se han hecho multitud de versiones de las cuales, en su momento, alguna tendra cabida en este CANCIONERO TORERO, pero hoy nos quedamos con la primera, la que grabó Pedro Vargas en 1935, acompañado por la "Orquesta de Moises Pasquel", en un disco de 78 revoluciones por minuto, para el sello RCA Victor. A pesar de sus deficiencias de sonido tiene el valor de ser la original. No me resisto, antes de acabar este entrada, a transcribir una frase de don Ángel Agustín María Carlos Fausto Mariano Alfonso del Sagrado Corazón de Jesús Lara y Aguirre del Pino, que era el nombre completo de Agustín Lara, que plasma claramente el porqué de su afición: "La fiesta de los toros es la única fiesta, lo demás son festejos". El vídeo enlazado está alojado en el canal "SuperGramophone".

NOVILLERO
Agustín Lara

Un domingo en la tarde
se tiro al ruedo
para calmar sus ansias
de novillero.

Torero,
valiente,
despliega el capote sin miedo,
sin miedo a la muerte.

La virgen
te cuide,
te cubra en su manto
que es santo mantón de Manila.

Muchacho,
te arrimas
lo mismo en un quite gallardo
que en las banderillas.

Torero,
quién sabe
si el precio del triunfo
lo paguen tu vida y tu sangre.

Muchacho,
te arrimas
lo mismo en un quite gallardo
que en las banderillas.

2 comentarios:

  1. Otro que quiso ser torero fue Pedro Vargas, quien compartió sus ambiciones juveniles con Pepe Ortiz, quien a su vez pretendía ser cantante. Al final, la vida les llevó exactamente por los caminos opuestos. Pedro Vargas ha sido uno de los grandes cantantes que México ha dado al mundo y Pepe Ortiz uno de los toreros que con más finura y creatividad han toreado con el capote.

    ResponderEliminar